jueves, 11 de octubre de 2012

LOS CHOTACABRAS


LOS CHOTACABRAS
¿Es usted un chotacabras? ¿Qué culpa tiene el pajarillo de los motes recibidos? El chotacabras según la leyenda roba la leche a las cabras, entre otras cosas… por cierto, este corrector es una piltrafa.
Decía mi abuelo, rojo, republicano, revolucionario y anarco sindicalista que a misa va quien quiere y cuando se le pone entre la pernera, teniendo el mismo derecho a elegir religión (una mentira y un bulo según él), elegir marca de utilitario y el derecho a elegir colegio para nuestros hijos. Pero nunca supuso mi abuelo progresista que mi otro abuelo, también republicano, revolucionario y nacional sindicalista, el azul, fuera a tener tanta razón cuando en los albores de la democracia española, viendo a los antiguos burócratas del Movimiento, junto a las nuevas generaciones socialistas y cristiano demócratas, enterrar a las víctimas del terrorismo vergonzosamente por la puerta de atrás, decía, el jodio, con una sonrisa de oreja a oreja:
—estos tontos de los cojones la van a pifiar: se morirá el “abuelo”, podrán al Carlitos por rey, se montarán en el burro de las subvenciones a los partidos políticos, crearan doscientos micros de países, y al final, el pobre será más pobre y el rico, si es que en España hay ricos, saldrán zumbando con el dinero, para no soportar a estos chotacabras…  ¡qué son unos chotacabras!
Resulta que mis dos abuelos, con sus disputadas ideologías por las que pegaron tiros y prepararon la de Dios, acertaron en el diagnostico de la actual enfermedad: gilipollez, enajenación mental de la personalidad y profunda duplicidad existencial. ¡Vamos qué estamos conviviendo con unos chotacabras!
Mas…  de pero; hora viene la pregunta: ¿Cómo eran mis dos abuelos capaces de saber quién era un chotacabras con sólo contemplar, durante unos segundos, la pantalla del televisor? ¿Es qué, acaso, estando pegando tiros por el Puerto de los Leones durante tres años, sin contar los años de cárcel y la decepción por la represión franquista contra la Falange, hicieron que su cerebro aumentase de forma especial, para poder deslumbrar quien era un tonto de los cojones y un chotacabras?
Gracias a mi poder psicopático y psicométrico, en estos momentos, realizando una sesión de espiritismo, qué por desgracia sólo me es posible hablar con Franco, Pablo Iglesia, Fraga y con Carrillo los jueves y martes si no llueve,  puedo decir al personal las características, el retrato, las cualidades espirituales y prosopopeyas de los chotacabras:
Un ejemplo  de las acciones típicas de los chotacabras es la untada; término que en antítesis etimológica significa llegar a un partido político, igual dará de derechas o de izquierdas,  y acudiendo a todos los mítines, portando banderitas y por supuesto, defendiendo enérgicamente un bloc de blogueros en la Cuba libertaria igual que en Madrid, o bien con regalos, o con la ayuda del sindicato mayoritario de turno, alcanzar un puesto en una cámara parlamentaria para cobrar bien y olvidarse de todo lo prometido y el compromiso con los votantes.
Otra cualidad para desenmascarar a los chotacabras, (esta vez es Santiago Carrillo, el de Para qué, quien me posee con su espíritu), es la de repetir una y otra vez, una y otra vez, que el Rey de España, anciano y cansado, es un cagueta por no pegar un puñetazo en la mesa igual que el día 23 F. Son chotacabras los nostálgicos de banderitas aguileñas, que no entiende que estamos en un estado democrático de respeto a la mayoría (hoy del Partido Popular) y donde se fomenta la libertad y la igualdad en un estado, que de momento, mi más sincero pésame a los republicanos, no es república. Pero resulta que la técnica de la repetición ideológica y el paladín del ocio, para poder adoctrinar (arma psicológica de los chotacabras), ha sido usada por la izquierda abertzale, palabra en euskera, que en dicha lengua significa ‘gilipollas’ o nacionalista vasco, y también por los abertzales catalanes, que significa en catalán: más tonto todavía: requetetontoentero,] diciendo que todo portador de valores  eternos (persona) que quiere a su país (España, Estado Unidos, Francia o Andorra), y cree en Dios (o en Mahoma o en Buda), y se enorgullece del imperialismo cultural del castellano, del catalán o del euskera,  y desea una economía segura y con futuro, libertad y justicia,  es de derechas, ¡ pero muy de derechas!… ¡Jesús, María y José! Cómo que si ser de derechas es equivalente o equitativo a tener el rabo largo y cuernos; cómo si el carnet del Partido Popular se lo dan a cualquiera….
En fin, quizá yo sea un chotacabras. Reconozco que respiro por lo tanto transpiro, y soy español, y quiero la libertad, la justicia, el trabajo y la paz; y en mi última sesión, mi psicólogo me dijo que era un cabronazo, cuando después de robar su cartera, oriné en una planta de plástico que costaba 400 euros y prendí fuego a su despacho… ¿Cuestión de mentalidades? Pero no estoy seguro de ser de derechas o de izquierdas… ¿Soy un chotacabras? ¿Aticista? En derredor como trompeta de guerra resonaron el cielo inmenso y el Olimpo, y en las profundidades se asustó Aidoneo (Hades), señor de las sombras y lleno de miedo, saltó de su trono y gritó: ¿Convives con chotacabras? ¿Quieres obtener el título de chotacabras?  
Ofrécenos tú por Belcebú, tu opinión: ¿Hay chotacabras en la banca de España? ¿Nacionalistas o chotacabras?  ¿Los sindicalistas de UGT son chotacabras? ¿Pondrías un chotacabras en tu vida? ¿Dónde se vende los chotacabras?



 




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