domingo, 2 de diciembre de 2012

EL CAMINO DE LAS BUENAS NACIONES



EL CAMINO PARA LAS BUENAS NACIONES: reflexión de la crisis de España, por un español


Decía Laoí: "... El Camino para las naciones consiste en que los gobernantes no den órdenes crueles, los funcionarios no tengan una burocracia complicada, las personas educadas no actúen con engaño, los artesanos no practiquen artesanías decadentes; los deberes se deleguen sin confusión, los instrumentos se completen pero no se adornen.
Las sociedades caóticas son de otra manera:
Quienes están interesados en el activismo se elevan entre sí a altos cargos, quienes se interesan en la etiqueta se honran entre sí con artificios. Los vehículos son extremamente decorativos, los instrumentos son extravagantemente embellecidos. Los materialistas luchan por lo que es difícil de obtener, considerándolo precioso. Los escritores persiguen la complejidad y la prolijidad, considerando esto importante. A causa de los sofismas, a los asuntos se les da una larga consideración sin que se tomen decisiones, sin que esto ayude así al orden, fomentando por el contrario la confusión. Los artesanos hacen curiosidades, empleando años para completar cosas que no son nunca inútiles.

Por ello, la ley del Genio de la Agricultura, decía que si los hombres que habían llegado a la edad de cultivar no cultivaban los campos, el mundo sufriría hambre, y si las mujeres que habían llegado a la edad de tejer no tejían, el mundo padecería de frío. Así pues, él araba el suelo por sí mismo y su esposa tejía por sí misma el vestido para sentar un ejemplo para el mundo. Su manera de dirigir al pueblo fue no valorar los bienes difíciles de obtener y no estimar las cosas inútiles.

De esta manera, si los que aran la tierra no lo hacen ellos mismos, no hay nada de que vivir, y si quienes tejen los vestidos no trabajan, no hay nada para vestir el cuerpo. El que haya abundancia o insuficiencia depende del individuo. Si hay mucha comida y ropa, no surge la falta de honradez; feliz y libre de preocupaciones, el mundo está en paz, de manera que la inteligencia no tiene nada que hacer con sus estrategias y los militaristas no tienen nada que hacer con su poder..."

"Extracto del Wentzu: dicho de Laozi"

Quizá esta reflexión no sirva más que para entorpecer tu tiempo… puede ser; es verdad que los militaristas (militantes activos de sindicatos y partidos políticos) se encumbran a sí mismos como los defensores de mis derechos, las nuevas deidades, jefecillos y caudillitos, denominando a su ideología: el axioma perfecto. Pero ahora sobran ideologías, caudillos, revueltas, revoluciones y sobran las lamentaciones por los errores que han sido comunes a todos los estamentos de España. La realidad es que necesitamos labrar la tierra, tejer vestidos, construir, educar, guardar y reducir políticos y funcionarios por su complicada burocracia, escribir sin artificios, fomentar, como buenos artesanos la razón de los utensilios y abaratar sus costes en el mercado… Valer para servir.