miércoles, 7 de diciembre de 2011

No tenemos nada que celebrar






Artículo de opinión No tenemos nada que celebrar

He de comentar que ayer, festividad de la Constitución, no me apetecía escribir catálisis políticas; ayer era un día de fiesta para mí  y creo que si nos abocamos a comentar todas las bobadas y cursilerías de nuestros elitistas políticos, a saber cuantas páginas serían impresas por culpa de sus improperes.

Pero ayer, cumplidos ya treinta y tres años de convivencia política con más o menos aciertos , en el acto protocolario del Congreso de los Diputados, los representantes de Izquierda Unida dieron de nuevo la campanada; según ellos no había razón para celebrar la onomástica anual por la Constitución Española, quizá tengan razón... Ellos y su ideología anticuada, nostálgica, ditirámbica y por suerte minoritaria, fueron capaces de hacerme recordar las razones por las que ayer no era para mí, un simple ciudadano,  un día de plena felicidad.

Los primeros culpables de mi infelicidad democrática han sido los gobernantes socialistas y el  PSOE con su traición a las ideas liberales de fraternidad y progreso social, traición a  las víctimas del terrorismo, traición a los ciudadanos con sus mentiras de igualdad social, su incapacidad y sus continuos devaneos totalitarios, intentando politizar desde las Navidades con belén o sin belén, cruz o sin cruz, zapatos o sin zapatos, hasta la visita del Papa o del Papá Noel. Un continuo cumulo de mentiras reaccionarias  para cubrir la realidad: ¡ha sido el peor, el más cafre y el más incompetente de todos los gobierno en toda la historia democrática de España!

Pero todos somos culpables, nosotros con nuestros votos elegimos, nosotros colgamos la soga y apretamos el nudo; igual que en una guerra sangrante, en un estado de alarma o de excepción económica, siempre existen y existirán injusticias, represalias, avaros, traidores, huraños, peristas, extorsionistas y vividores. En el panorama político español tenemos por desgracia, para los ciudadanos que no tenemos cargo ni somos aforados judiciales un poco de todo:

En esta tierra de injusticia y desigualdad existen los demagogos en su intento de manipular la LEY usando acampadas y formulismos de extrañas y patéticas republicas populares, que para desconsuelo de los que somos románticos y liberales, estos cachorros del liberalismo económico se manifiestan y ocupan propiedades ajenas, sin pertenecer al sistema refrendado y no queriendo entender, que la primera injusticia, es que ellos no respeten la Ley siendo alternativa política, y que  la segunda injusticia es la Ley Electoral, permitiendo que LOS ETARRAS de Amaiur y las extorsiones de los  NACIONALISTAS estén en las Cámaras de Representación Popular. Otra lacra para la democracia española son las actividades delictivas de los avaros, los peristas y los corruptos; en todas las casas, ya sean de REALES o de a CENTIMOS existen mangantes, da igual su condición: cantantes libertarios de extraña ONG intelectual, políticos de todos los anclajes, banqueros indultados, derrochadores lingüísticos, salva patrias  consortes , ladrones inmobiliarios,  ladronzuelos y chivatos policiales, y en definitiva:  gente con nombre y apellidos populares, y gente de bajo pelaje.

Por lo tanto, los representantes de Izquierda Unida tiene razón, es verdad, no tenemos nada o casi nada que celebrar en esta casa de locos de convivencia y pluralidad política;  sunt lacrimae rerum et mentem mortalia tangunt... España: aquí tienen sus lágrimas las desgracias y mueven los ánimos  a compasión.
Es verdad, nada que celebrar ¡Qué pena que los españoles tengamos que llorar por ver estas tropelías y que los demás países democráticos se compadezcan de nosotros!