domingo, 1 de abril de 2012

Escritores de la República




ESCRITORES DE LA REPÚBLICA

Causa cansancio en mi corazón, yo que tanto os amo, comprobar de qué forma tan estúpida, gastáis vuestro tiempo, y por desgracia queridos adoctrinadores, porque ya estoy bastante mayor para hacer niñerías, gastar mi tiempo y esfuerzos en desenmascararos, una y otra vez.
¿Por qué este empeño de las gentes republicanas  en ser xenófobos? ¿Por qué estas diligencias en rascar con un palo entre los cadáveres putrefactos de la historia?... Porque con vosotros mis queridos ángeles, compuestos de alma y cuerpo, de razón y vida, de honor e inteligencia,  siempre es lo mismo, el mismo insulto, la misma creencia en nuestra ignorancia, la misma provocación:
Cuando habláis de literatura y escritores sólo recordáis a los que consideráis vuestros, a los que manipuláis, sin saber los inocentes que iban a ser por vosotros igual que ganado marcado, y pronunciáis sus nombres para insultar a los que no nombráis y ninguna bandera tal vez tuvieron. Cuando hurgáis con saña en la historia insultáis: sólo son vuestras las mujeres violadas, las madres que pierden hijos, las que murieron de hambre y soledad. Cuando con aceite, laurel y esencias limpiáis el cuerpo de los caídos, de los represaliados, de los perseguidos,  de los que yacen ensangrentados en el campo de batalla, mentís, y en vez de que el incienso de la limpieza y la fraternidad regale buenos y limpios pensamientos, vosotros convertís en ponzoña todo cuanto tocan vuestras manos…
Yo os perdono porque os amo, porque soy limpio de pensamiento, de palabra, de obra, de omisión; tan alegre de corazón que cada golpe vuestro se convierte en más fuerza para ser Viento Divino, para besar vuestras frentes, para ayudaros a abrazar a la Verdad, porque VERITAS VOS LIBERABIT. La verdad os hará libres mis queridos amigos; pero para ser libre igual y fraternal hay que tener un corazón limpio y bondadoso.

Queridos amigos:
Existen los escritores de la Generación del 98; especifico a los nostálgicos que una generación literaria es un grupo de escritores, una constelación cultural con unas características comunes; pero los escritores fallecen sin saber si son del 98 o del 36, porque es una clasificación a posterior realizada por los analistas de la Literatura, nunca políticamente porque resulta xenófobo, partidista, racista, exclusivista y un insulto a los que nos consideramos inteligentes.

La Generación del 98 es el nombre con el que se ha reunido tradicionalmente a un grupo de escritores, ensayistas y poetas españoles que se vieron profundamente afectados por la crisis moral, política y social acarreada en España por la derrota militar en la Guerra Hispano-Estadounidense y la consiguiente pérdida de Puerto Rico, Guam, Cuba y las Filipinas en 1898. Todos los autores y grandes poetas englobados en esta generación nacen entre 1864 y 1876. José Ortega y Gasset distinguió dos generaciones en torno a las fechas de 1857 y 1872, una integrada por Ganivet y Unamuno y otra por los miembros más jóvenes. Su discípulo Julián Marías, utilizando el concepto de «generación histórica», y la fecha central de 1871, estableció que pertenecen a ella Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, Valle-Inclán, Jacinto Benavente, Carlos Arniches, Vicente Blasco Ibáñez, Gabriel y Galán, Manuel Gómez Moreno, Miguel Asín Palacios, Serafín Álvarez Quintero, Pío Baroja, Azorín, Joaquín Álvarez Quintero, Ramiro de Maeztu, Manuel Machado, Antonio Machado y Francisco Villaespesa.

La generación del 27 se conoce a una serie de poetas españoles del siglo XX que se dio a conocer en el panorama cultural español alrededor del año 1927, empezando con el homenaje al poeta Luis de Góngora que se realizó en ese año en el Ateneo de Sevilla por el tercer centenario de su muerte, en el que participó la mayoría de los que habitualmente se consideran sus miembros. La nómina habitual del grupo poético del 27 se limita a diez autores: Jorge Guillén, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados, si bien hubo también muchos otros escritores, novelistas, ensayistas y dramaturgos que pertenecen a ella, desde Max Aub a otros más viejos, como Fernando Villalón, José Moreno Villa o León Felipe, y otros más jóvenes, como Miguel Hernández, que más bien podría pertenecer a la primera generación de posguerra si no hubiese muerto tan joven, pasando por autores como José María Quiroga Plá. Por otra parte, algunos otros han sido olvidados por la crítica, como Concha Méndez-Cuesta, poetisa y escritora de teatro, Juan Larrea, Mauricio Bacarisse, Juan José Domenchina, José María Hinojosa, José Bergamín o Juan Gil-Albert. O la conocida como Otra generación del 27, según la denominación que le dio uno de sus integrantes, José López Rubio, y que estaría integrada por los humoristas discípulos de Ramón Gómez de la Serna, es decir, Enrique Jardiel Poncela, Edgar Neville, Miguel Mihura y Antonio de Lara, «Tono», escritores que en la posguerra integraron la redacción de La Codorniz... y son solo unos pocos.

LA GENERACIÓN DEL 36
Pero en julio de 1936, en España, tenemos la mala suerte de que los españoles, divididos en bandos: republicanos y sublevados, inician una guerra entre hermanos sucia, malvada, rencorosa y revanchista, utilizada por muchos y rentada histórica y políticamente por ideologías y medios de comunicación desaprensivos, represivos, demagogos y totalitarios: LA GUERRA CIVIL.

LA GUERRA CIVIL SUPONE LA PÉRDIDA DE LA EDAD DE PLATA, LA GENERACIÓN DEL 36
Los poetas de la generación, según esta norma, serían: Miguel Hernández, Luis Rosales, Leopoldo Panero y Juan Panero, Luis Felipe Vivanco, Ildefonso-Manuel Gil, Germán Bleiberg, José Antonio Muñoz Rojas, José María Luelmo, Pedro Pérez Clotet, Rafael Duyos, Celso Amieva, Gabriel Celaya, Arturo Serrano Plaja, José Herrera Petere y, en cierta manera, Juan Gil-Albert.
En el grupo de prosistas figurarían: Enrique Azcoaga, José Antonio Maravall, Antonio Sánchez Barbudo, Ramón Faraldo, Eusebio García Luengo, María Zambrano, Antonio Rodríguez Moñino, José Ferrater Mora y el mismo Ricardo Gullón.
Entre los narradores, Camilo José Cela, Gonzalo Torrente Ballester y Miguel Delibes. Entre los dramaturgos, Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre.
A este núcleo central de la generación es preciso añadir los nombres de quienes se incorporan a ella durante la guerra civil, o inmediatamente después de acabar ésta, y que desde antes puede decirse que figuraban idealmente junto a los ya dichos, y los del Garcilasismo: Dionisio Ridruejo, José Luis Cano, Ramón de Garciasol, Pedro Laín Entralgo, Juan López Morillas, José Luis Aranguren, Julián Marías, Juan Rof Carballo, Segundo Serrano Poncela, Juan Antonio Gaya Nuño, José Suárez Carreño, Jorge Campos, Ernesto Guerra da Cal y José Manuel Blecua.

Y ahora mis queridos amigos republicanos separen y marquen con su hierro XENÓFOBO  a los escritores que crean que son suyos, es curioso, yo siempre estaré en el lado de la LIBERTAD Y EL PLURALISMO, porque tengo por costumbre leer a los escritores que se me pone en los cojones…

FRASES: 

Los ciudadanos de un país que utiliza su anterior guerra entre hermanos para separar, enfrentar y hacer daño, convierten así a su PATRIA en una PUTA, que solo ella reconoce a sus hijos. Jjdanwcer.
Me preguntas si soy escritor, si soy liberal o conservador. Ante esta pregunta tan trascendental, que no me quita para nada ni hambre ni sueño, yo contestaría: “soy español; pero mi idea de país perfecto no pertenece a esta dimensión y a este tiempo, pues está  más allá del Arco Iris”. Y pienso: ¡Leches, que frase más chula; con estos pensamientos y con DNI español o tengo que exiliarme o termino en un penal de la Direccdión General de Seguridad!

ESCRIBIR contra los demás es muy fácil:

No es lícito, en ninguna forma, en ningún terreno, y menos en la forma cruentísima de la guerra, última razón que tienen los pueblos para imponer su razón, fraccionar las fuerzas católicas ante el común enemigo... Menos lícito, mejor, absolutamente ilícito es, después de dividir, sumarse al enemigo para combatir al hermano, promiscuando el ideal de Cristo con el de Belial, entre los que no hay compostura posible... Llega la ilicitud a la monstruosidad cuando el enemigo es este monstruo moderno, el marxismo o comunismo, hidra de siete cabezas, síntesis de toda herejía, opuesto diametralmente al cristianismo en su doctrina religiosa, política, social y económica...


Soy para vosotros Viento Divino, Kamikaze; no me importa morir, es más soportable que vivir un día más entre vosotros...





No hay comentarios: